Quizá una de las imágenes más esperadas por todos los fanáticos del casamiento real: el beso. En el Palacio de Buckingham, ante miles de personas, el beso real finalmente tuvo protagonismo para sellar su amor ante todos.
Antes, en la Abadía de Westminster, la boda real se llevaba a cabo. La reina Sofía de España, los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, y los príncipes de Holanda, Guillermo y Máxima, fueron los invitados de honor. También, entre ellos, se encontraban celebridades como el futbolista David Beckham y su esposa Victoria y Elton John.
Kate ha sido nombrada como la Duquesa de Cambridge, título que eligió darle la Reina Isabel II.
Lució un vestido diseñado por Sarah Burton, de Alexander McQueen. Su peinado, semirecogido, estuvo a cargo de James Pryce y el maquillaje, muy natural, fue elaborado por la propia Kate Middleton tras asesorarse con cursos de automaquillaje para la ocasión. ¡Se robó todas las miradas!
Su vestido
El estilo romántico sobresaltó en su vestido, confeccionado en satén color marfil y blanco, con corset de escote corazón. El corset de satén es ajustado en la cintura y acolchado en las cadera, para terminar en una falda voluminosa, con una cola de 2,70 metros de largo y apliques de encaje y flores de seda.
La espalda lleva 58 botones cubiertos de gazar y organza, mientras que la parte superior del vestido, que cubre los hombros de la novia, refleja motivos florales: rosas, tréboles, narcisos y cardo, símbolos del Reino Unido.
Además, la joven llevó un velo, que completa con una tiara que data de 1936, prestada especialmente por la Reina Isabel II para este día.
Los zapatos fueron realizados a mano por el equipo de McQueen y fueron confeccionados en satén marfil con encaje bordado.
Los zapatos fueron realizados a mano por el equipo de McQueen y fueron confeccionados en satén marfil con encaje bordado.
