La polifacética Ágatha Ruiz de la Prada exhibe sus creaciones por primera vez en Hong Kong, y lo hace de la mano de la corporación MTR (Mass Transit Railway, el metro local), evadiéndose de la crisis española y dándose a conocer en la emergente China.
Hasta treinta modelos de la diseñadora, similares a los que reúne su fundación, protagonizan tres espacios de tránsito del centro comercial Telford Plaza, perteneciente a la firma MTR, una empresa que engloba la red metropolitana y numerosos centros comerciales en la urbe asiática, que se suma con esta iniciativa al empuje de las artes y el diseño en Hong Kong.
"A mí me gusta mucho eso de salir de España, porque se te olvida un poquito la crisis, en España es que estamos obsesionados; por eso es una oportunidad venir a este tipo de sitios. Mi abuela decía que había que ir a todas partes y que todo lo que no hicieras era malo", aseguró la creadora madrileña.
Ruiz de la Prada, que comenzó a tantear el mercado chino poco antes de la crisis financiera de su país, decidió congelar el proyecto China hacia 2009 para concentrarse en sus fueros habituales: París, Milán y Nueva York, además de América Latina.
"Puedo ser muy imprudente diseñando, pero soy muy prudente con las cuentas", señaló. No obstante, considera el mercado asiático "muy interesante" para su estrategia de expansión, y ve que en él sus creaciones "podrían gustar mucho", beneficiándose de que "la ropa es uno de los pocos lenguajes universales".
Esta diseñadora fue la encargada de abrir la primera muestra de arte organizada por MTR, después de que en menos de dos semanas presentara su segundo desfile en Bratislava (Eslovaquia), una colección de lámparas y chimeneas en el salón del mueble de Milán, y su aportación en Madrid a la exposición dedicada a la novia del año, Kate Middleton. "Esta es la primera vez que ellos hacen esto, así que es una primicia para los dos", subrayó en referencia a MTR.
“Rubor primaveral, escenario de moda”, como se titula la muestra, está ubicada en el centro comercial Telford Plaza, localizado en Kowloon Bay, en la zona continental de la urbe asiática y dedicó tres pasarelas en las que el diseño de fondo corrió a cuenta de los organizadores, y el contenido, a cargo del estudio de la creadora.
"Ellos me encontraron por la web, mirando algo así como trajes extravagantes", explicó Ruiz de la Prada, que recibió una serie de bocetos de los escenarios que albergarían sus creaciones, rompiendo la tradición de que fuera su estudio de Ortega y Gasset el responsable de la decoración.
"Me mandaron las fotos y por poco me muero, pero cuando lo vi terminado me divirtió o sea que muchas veces en la vida, cuando vas abierta a posibilidades, aprendes. De hecho, me gusta mucho más que si lo hubiera hecho yo, porque es muy divertido, es una cosa un poco china, pero moderna", comentaó.
Sin embargo, aplaude la selección de su firma en un momento en el que el territorio ha pasado página a la crisis y en el que los centros comerciales buscan savia nueva para satisfacer la demanda local y la procedente de China, además de la de otros países de la región.
La muestra estará abierta al público hasta el 30 de mayo.
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