Mariacarla Boscono es la nueva imagen de Loewe

Aunque no se destaque por poseer una belleza clásica ni desmesurada, Mariacarla Boscono tiene una misteriosa mirada y, sobre todo, una personalidad sobre las pasarelas, que le sirvieron para tener un papel destacado en el panorama actual del mundo de la moda. Por ser una de las modelos más cotizadas de la actualidad encabeza la publicidad de Loewe para 
la campaña de otoño-invierno 2011/2012 de la firma.

El shooting, que tuvo lugar en el Ritz de Madrid y lleva la firma de Mert Alas y Marcus Piggott, trata de reflejar la elegancia decadente de la España de los 50 y 60 en clave hollywoodiense, desde el prisma de artistas de la época como Ava Gardner y Ernest Hemingway, que pasaron en el hotel largas temporadas.

Andrés Velencoso acompaña a Mariacarla en la campaña, siempre en la misma habitación de hotel pero nunca juntos, lo que contribuye a reforzar esa sensación de misterio que transmiten las imágenes y que perseguía desde el principio Katie Grand, directora de arte y estilista de la campaña.

En palabras de Stuart Vevers, director creativo de Loewe, "queríamos dejar en un segundo plano detalles como las lámparas para dar la sensación de estar en un lugar determinado. No queríamos esa austera distancia que a veces se percibe en la fotografía de moda, buscábamos algo más auténtico, un nivel más humano de contacto. Eso proporciona a la imagen una suavidad que tiene que ver con el tacto natural de la piel de Loewe".

Para los que no conocen en detalle a la protagonista de la campaña: Mariacarla Boscono, nació en Roma en 1980, y al contrario que muchas modelos actuales, su llegada a las pasarelas no fue tan precoz como viene siendo habitual, sino que hasta los 20 años no tuvo su primera toma seria de contacto.

Ya desde chica se acostumbró a viajar de un lado para otro debido al trabajo de su padre, que era el propietario de la casa de calzado Saucony. Por ese motivo Mariacarla Boscono pasó su infancia en países tan dispares como Estados Unidos, Kenia y también su país natal, Italia.

Su primer contacto con el mundo de la moda tuvo lugar en 1997, cuando ella tenía 17 años. El fotógrafo Catallini, colaborador habitual del director italiano Federico Fellini, era amigo íntimo de sus padres. Un día, invitado a cenar a casa de los padres, y sorprendido por la belleza de Mariacarla, propuso a la joven italiana tener un futuro como modelo. Mariacarla, sorprendida, nunca se había considerado una mujer guapa, ni si quiera se consideraba una mujer alegre a la hora de vestir, casi siempre de negro como ella misma confiesa, pero animada por su madre permitió a Catallini fotografiarla y enviar posteriormente sus fotos a diversas agencias de modelos.


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